Cesar Luis Alvarado nació en Rabinal, Baja Verapaz, su testimonio enciende la esperanza de aquellas personas que sueñan con un futuro lleno de oportunidades si se lo proponen y salen a buscarlas constantemente.
Cesar Luis estudiaba el último año de diversificado en un colegio en Cobán gracias a un padre norteamericano y una institución que le habían otorgado una beca. Cuando se enteró del programa de Becas Universitarias de la Fundación Juan Bautista Gutiérrez, reunió toda la papelería para cumplir con los requisitos para optar por ese beneficio y viajó a la ciudad para realizar el proceso de evaluaciones.
Él describe la experiencia como difícil pues durante las pruebas tuvo algunas en las que le había ido bien pero en otra le fue muy mal por lo que dudaba que fuera elegido entre los cientos de personas que también participaban en la selección.
Sin embargo, fue hasta en una segunda visita a la capital para participar junto con su catedrático en las olimpiadas de matemáticas a nivel regional cuando recibió la llamada de la fundación para confirmarle que había sido beneficiado con la beca que le permitiría realizar sus estudios superiores.
Cesar describe ese momento como sumamente emocionante. Al cortar la llamada salió corriendo hacia donde se encontraban sus compañeros de la competencia en la que estaban, para contarles que comenzaría a estudiar la carrera que siempre había deseado.
Poco tiempo pasó para que se instalara y comenzara a estudiar ingeniería en Ciencias de la Computación en la Universidad del Valle de Guatemala. Al principio tambaleó pues su mayor temor era ser rechazado y no lograr resultados.
Sin embargo, doña Isabelita Gutiérrez de Bosch siempre lo incentivó a seguir adelante y cada vez que la visitaba en la fundación ella le recordaba de qué estaba hecho y que podía lograrlo.
Actualmente está a poco tiempo de concluirla la carrera universitaria y ya tiene un año de ejercer su profesión en un trabajo donde desarrolla sistemas web y brinda mantenimiento a sistemas ya existentes y con el que además apoya a su hermano con la colegiatura de su escuela y a su familia.
Su futuro apenas está comenzando y a través de sus acciones busca motivar a las personas para que sin importar de donde provienen o lo que aún no tengan, salgan a buscar las oportunidades porque Guatemala es un país lleno de ellas.
La ambición que tiene este inspirador joven es tan grande que busca fundar su propia empresa con el único deseo de tener los recursos suficientes para ayudar a su familia y regresar a su comunidad de origen para devolver con ellos un poco de tanto que la fundación y la vida le ha dado.
“Me siento feliz y muy afortunado porque mientras estuve en el colegio mi único plan era quedarme en Cobán y ver si podía estudiar la misma carrera en alguna universidad de allá. Nunca pensé que fuera llegar a la Universidad del Valle de Guatemala. La beca me cambió la vida, en verdad soy muy afortunado”, Cesar Luis Alvarado, actual becario de la Fundación Juan Bautista Gutiérrez.